cutredeblasto

Sunday, December 25, 2005

Capitulo 5

Temprano empezaba la vida a bordo el segundo dia de travesía.
El capitán subió a cubierta para tomar el fresco mientras se ventilaba su camarote antes de que se sirviera el desayuno para los oficiales de a bordo.
El doctor se levantó de buen humor esa mañana, estaban todos fuera de peligro, las gaviotas estaban sanas y no habría pandemia aviar. Se engalanaba para atender a sus funciones de matasanos naval.
La reina del mambo se maquillaba y se quejaba de dolor de espalda, ese catre era duro como un cordero muerto, pediria el libro de reclamaciones esa misma mañana y solicitaria un colchón de agua circular, como el del Hola, con sábanas moradas y dosel de volantes adamascados verde botella; que aún quedaban clases, señores, la sangre azul reclamaba sus privilegios de cuna glacial.
Furtivamente Blackie se deslizaba por el pasillo descalza y con el cuello lleno de manchas moradas que intentaba camuflar con su melena castaña. Sus mejillas sonrosadas todavia por el tibio contacto con las de su Romeo sabían a melocotón perfumado, por eso él casi se las consume con besos y otros mil besos, y mil aún , y otros mil todavia... y aún mil besos le daría y mil , y otros mil besos todavía...
-Calla ya, emulona de Catullo, so pedante, sigue con la historia. ¿Pero hubo sexo o no?.
...... Estás lecturas interactivas acabarán con mi paciencia........
El teniente se cubria el rostro con ceniza, las lamentaciones de Jeremias requerían su preparación meticulosa y debia seguir en su papel a toda costa, el papel de víctima era muy ventajoso a bordo, nadie se metía con él, es más: nadie lo tomaba demasiado en serio tal vez.
Beltenebro renqueaba entre las sábanas, que pereza le daba levantarse, se preguntaba si habría servicio de habitaciones a bordo.
La cocinera se levantó y decidió preparar crèpes y tortitas americanas esa mañana, había excedente de leche de soja, harina integral, harina de trigo sarraceno, miel y sirope de arce y supuso que estarían encantados de probar sus manjares recien cocinaditos y dulces para empezar con buén pié y recargar las pilas.
Ya entraba en la cocina arremangándose y colocándose la cufia cuando le vió.
Se quedó petrificada ante él y muda, la sangre se heló en sus venas, solo pudo articular un sonido apenas audible:
-Mamá.
Un ser infernal recubierto de algas estaba tirado en el suelo, retorcido y en una posición animalesca.
Él la miró a los ojos, sonrió y le dijo:
-¡Qué buena estás!. ¿Sales conmigo esta noche?.
Ella seguia muda pero de asombro esta vez, la voz era agradable, y la forma era humana. Entonces no era un monstruo. Estaba enredado en los hilos del secadero de algas. ¡Había que liberarlo!. ¿Pero quién era ese individuo?.


2 Comments:

  • At Tuesday, December 27, 2005 8:02:00 AM, Blogger Juan Planas Bennásar said…

    Los puntitos se han cargado la integridad de la página, pero eso es un bueno en un relato tan proceloso:-))

    Este capítulo -magnífica la inclusión catuliana- es un flash back ( tengo que pedirle a Ruina, qué es eso)

    Pero que conste, yo jamás ventilo mi camarote:-PP

    Saludos!!

    Fx

     
  • At Tuesday, December 27, 2005 8:27:00 AM, Blogger azuldeblasto said…

    Corregidos los puntitos, ahora ya no se derraman.
    Gracias por tus comentarios.
    Ese fragmento de los Carmi de Catullo es una libre interpretación de lo que recuerdo del mismo. Una borrachera de besos era la que describia el insigne poeta que se construyó una maravillosa villa en la península de Sirmione, en el lago de Garda (Italia), me fascinaba tanto que lo recordé al escribir mi delirio cutre y nu dudé en incluirlo.

    Saludos.

     

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