cutredeblasto

Saturday, December 24, 2005

Capitulo 4

Entrada la noche el capitán escribia en su camarote con la panza bien llena y saborando sus apestosos cigarrilos de contrabando barato en santa paz.
Un rayo de luna entraba por las cristaleras del maravilloso camarote de popa y la luz de las velas bailaba sobre el papel cuando un repentino estruendo distrajo la atención del capitán.
-¿Qué diantre?, como esté de bronca otra vez la lanzo por la borda y que se la merienden las tintoreras...
En la estancia de la cocinera, el estruendo llegó más fuerte, ella ni se enteró: estaba en plena sesión espiritista meditando sobre las esferas del universo y si debía raparse la cabeza al cero para evitar el contagio de piojos:
- ( Nunca se sabe... con esta gentuza que se ha embarcado...).
La reina de los hielos roncaba de lo lindo extenuada tras las emociones intensas que le habia deparado la jornada y no oia.
Por el lado de bavor el doctor levantó la vista de la gaviota seccionada que estaba examinando, era preciso averiguar que comían esas ratas del mar para prevenir epidemias a bordo, si la mascarona habia ingerido excrementos de ese animal habia riesgo de gripe aviar y no estaba el horno para bollos precisamente, supuso que algo en la cocina habia caido y no le dió la más minima importancia.
-La mala puta esa , se partiera el pescuezo de un resbalón y todos contentos...
Los dos tortolitos seguían haciéndose arrumacos en el pasillo de los camarotes de la tripulación, con el sonoro patacrác, Beltenebro aprovechó la situación y agarró a la ninfa para meterla en su camarote, con la excusa de que llegaba la loca y él queria proteger a su diosa de dientes blancos e inmaculados... ella naturalmente estaba encantada de la vida y aparentó ruborizarse para salvar las apariencias.
El teniente lloraba desconsoladamente su reciente viudedad , se arrancaba los cabellos y se rasgaba las vestiduras como lo haria un actor de cine mudo, Charlie Chaplin no lo haría mejor y por descontado no veia ni oia nada más que sus propios sollozos y con el sonarse los mocos ya tenia bastante.
Ese sonido provenia de la cocina.
Todos estaban en los camarotes.
¿Quién o qué pudo provocar ese escándalo?.
La cocina estaba a oscuras y no se veia absolutamente nada. Ni yo veo ahora mismo que está pasando alli dentro.
-¿Donde demonios esconden estos gilipollas el chocolate?
Una voz se alzaba entre las sombras y blasfemaba.
-¿Que cojones es esta mierda colgada que apesta?. AHHHHHHH, ¡no me toques!.
Gruñía intentando liberarse del tenderete de algas que se secaban y en el que estaba enredado y atrapado.
Evidentemente no era un espectro venido del más allá, este venia del más acá y tenia hambre, vaya si tenia hambre, y no encontraba nada, y encima habia tirado al suelo los platos de duralex de Carrefour que se compraron en oferta tres por dos, y los habia dejado hechos añicos: fosfatina y mierda de alga pegajosa y maloliente , una mezcla letal que el polizón de la nave nunca hubiera imaginado encontrar.
Sí, un polizón a bordo, para empeorar del todo esta pesadilla.
Era La Ruina.


Continuará....

2 Comments:

  • At Sunday, December 25, 2005 2:25:00 PM, Blogger Juan Planas Bennásar said…

    A ver, a ver, que aquí hay un error de concepto. Cómo pueden unos espíritus sensibles, propensos a los excesos poéticos o finiseculares, unos atentos moradores del abismo, los hielos o los espejos o los escenarios sagrados de las catedrales do re mi... dime, cómo pueden embarcarse en semejante aventura y encima, oh, ahora aparece Ruina. Demasiadoooo:-PPP


    XDDD

    Saludos!

    Fx

     
  • At Sunday, December 25, 2005 3:15:00 PM, Blogger azuldeblasto said…

    Lo que esconde la mente de cada uno de los que citas es infinitamente más delirante que lo que yo escribo, tenlo por seguro.

    Gracias de nuevo por leer y tomarte la molestia de comentarlo.

    Saludos.

     

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